sábado, 27 de octubre de 2012

Acerca de la Revolución Bolivariana


Acerca de la Revolución
 Bolivariana


Eduardo Sanguinetti
filósofo



La Revolución venezolana necesita, y por favor no lo duden, de un Sistema de Posicionamiento Global (GPS) teórico que defina con exactitud, hasta dónde ha avanzado y cuál es el camino que le queda por recorrer. Ese GPS teórico solo puede ser la ciencia contemporánea. Y a la luz de esta ciencia, las coordenadas socio-econó- micas y políticas de la Revolución Bolivariana se pueden determinar sin mayor problema
 Si la Revolución soviética se destacaba por una dualidad de procesos, la revolución burguesa y la socialista, la venezolana consta de una dimensión más: es trifacética. Coexisten en ella, al mismo tiempo, una revolución anticolonial (contra la Doctrina Monroe), una revolución democrática burguesa y los gérmenes de una revolución socialista. El peso de la política de Chávez descansa sobre las primeras dos columnas, la tercera es apenas incipiente. Esta ponderación se debe a una razón fundamental: es imposible construir el socialismo, sin haber avanzado en las primeras dos dimensiones.

El carácter anticolonial de la revolución es evidente, tanto en las medidas bolivarianas como en el golpe militar de Washington. En cambio, la necesidad de avanzar más en la construcción del Estado de derecho y en el desarrollo de las fuerzas productivas, antes de pasar al cambio de las relaciones de producción de la economía de mercado, no es tan obvia, pese a hechos como el siguiente.

Durante el proceso bolivariano más de 130 líderes campesinos han sido asesinados, sin que un solo terrateniente haya sido condenado a la cárcel. Siendo el asesinato un delito que los fiscales deben investigar ex oficio, su negligencia en la persecución de esos asesinatos constituye en sí mismo un delito, que tendría que ser investigado por el Estado y castigado, mínimamente, con su destitución. Y nada de esto ha sucedido.

El paso hacia la economía socialista se da, a su vez, cuando: a) se sienten las bases para que sectores estratégicos de la economía comiencen a funcionar sobre la unidad operativa del valor (time inputs), descartándose de manera progresiva la unidad operativa del precio y, b) cuando haya una creciente participación de los trabajadores en las decisiones micro y macroeconómicas.

El establecimiento de cooperativas, la cogestión, la regulación del mercado, el trueque y las empresas no-mercantiles, no significan, de por sí, que se esté construyendo una economía socialista. Las cooperativas, por ejemplo, son formas jurídicas de propiedad económica más democráticas que la Sociedad Anónima de Capital Variable y la pequeña empresa privada ­y frecuentemente sirven como “salvavidas” económicas para trabajadores sin empleo o empresas quebradas­ pero ni ellas, ni la cogestión o el trueque modifican la lógica de la economía de mercado, ni la ley del valor que se expresan a través del principal mecanismo de expropiación de la riqueza social en beneficio de los empresarios, el precio.

En el sentido de la economía política de Marx es imposible hablar de una economía socialista, mientras no se haya sustituido la economía de mercado mediante una economía de equivalencias, basada en el valor y la planeación democrática de las mayorías. La economía de mercado es incompatible con la democracia real de las mayorías. Solo su abolición, después de una primera fase de coexistencia con la economía de equivalencias, garantiza la entrada al socialismo.

Me pregunto en torno a los delicados escenarios de sucesión en esta “revolución”: ¿qué se hará en 2013, cuando el presidente Chávez ya no pueda ser presidente?, ¿qué se hará, si hoy el presidente Chávez, por un problema de salud, un accidente o lo que sea, ya no pueda ejercer las funciones de la Presidencia?
Existe en mucha gente la falsa certeza de que el “gran líder” estará con ella hasta 2013, porque ganará todas las elecciones respectivas. Modificándose la Constitu- ción, podría inclusive estar más tiempo. Este es el escenario deseable para los partidarios de Chávez y hay que trabajar para que así sea. Sin embargo, hay otros escenarios posibles, para los cuales los bolivarianos tienen que prepararse, en aras del realismo revolucionario y de la continuidad del proceso, ante las amenazas externas e internas.

1. Si Chávez dejara de ejecutar sus funciones como líder del proceso venezolano-latinoamericano ­por enfermedad, accidente o magnicidio­ el proyecto colapsa, sin duda alguna. No existe aun vanguardia a nivel de conducción, ni cuadros medios, ni unidad teórica-revolucionaria, ni líder sustituto en Venezuela que pudiera sostener el proceso. Es evidente que hay algunos jóvenes talentos y que, incluso los grandes estrategas latinoamericanos en el Caribe y en tierra firme tienen ideas claras sobre sus posibles sucesores, pero los delfines están aún en proceso de maduración subjetiva y objetiva.

2. Si Fidel deja de ejecutar las funciones de la Presidencia de Cuba en algún momento, ¿qué rumbo tomará el proyecto histórico de la Revolución Cubana? ¿Podría seguir la alianza estratégica con Venezuela? Y si no pudiera seguir, ¿sería posible que la Revolución Bolivariana se sostuviera en un solo país?

3. Si el escándalo de corrupción del Partido de los Trabajadores (PT) llegase a debilitar al partido y a Lula a tal grado, que tuviera que disminuir su apoyo a Chávez, para seguir conservando el apoyo de Washington y de los partidos que lo sostienen en el parlamento, ¿podría desarrollarse la Revolución Bolivariana? Es evidente que sin el apoyo de Brasil la hazaña libertadora se volvería muy difícil.

4. Lo mismo vale para Argentina. Néstor Kirchner está perdiendo la batalla contra el capital internacional, cediendo cada vez más espacios al capital español y al gobierno de Zapatero. En su batalla de retirada, con la derrota final anunciada ­por el simple hecho de que ningún Estado nacional latinoamericano solo podría ganar esa batalla­ llegará al punto, en que Zapatero y el subimperialismo español lo van a entregar a Washington, sustituyéndolo por un neoliberal. Nuevamente crearía una situación muy seria para el proyecto bolivariano.

El tema está planteado y le sumo el crac económico global anunciado en mi editorial “Cambio de paradigma” publicado en LA REPUBLICA. ¿Cómo se manejarán estos espontáneos líderes latinoamericanos ante esta instancia? Más: ¿cómo se comportarán los líderes del denominado primer mundo en esta instancia de cambio de paradigma en lo económico y por ende en lo social? Un escenario de dimensiones impensadas se abre hoy en el sistema, con alcance no previsible. Tomemos posición a favor de nuestra identidad personal, cultural y de región… sería admirable además de indispensable. *  

2 comentarios:

  1. De lectura obligatoria esta arqueología de la revolución bolivariana.
    La exacta escritura sanguinettiana, en la que marca las diferencias en las economías marxistas y de mercado liberal, son magistrales.

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  2. Sin desperdicios, felicitaciones Eduardo Sanguinetti, cada día escribe mejor.

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