domingo, 9 de junio de 2013

EL EPISODIO DEL INCIDENTE DEPORTIVO ENTRE COLLAR Y CORTIZO

EL EPISODIO DEL INCIDENTE DEPORTIVO ENTRE COLLAR Y CORTIZO
El relato de una lesión que tuvo Enrique Collar por una entrada de Cortizo en el País en un artículo escrito por el gran periodista Alfredo Relaño explica de un modo rotundo cuál fueron los hechos de aquél suceso.

El relato de los hechos ha sido perfecto por parte del maestro Relaño.  Esa es la época en la que he vivido el fútbol de un modo muy intenso. Compraba todas semanas, precisamente EL SEMANA, ya que en su interior venía en el centro de la revista un póster con la foto completa del equipo de turno. Por mi parte procedía del siguiente modo: los iba colocando en la pared de mi cuarto y dado que vivía en una casa antigua, la altura de la pared incluso me obligaba a subir a la misma con el fin de aprovechar al máximo la colección de equipos. Por la noche, a la hora de dormir, en vez de contar ovejas, me ponía a repasar todas y cada una de las alineaciones, levantándome incluso a las tantas de la madrugada si me olvidaba de alguna cara de alguno de los futbolistas. Encima justo de mi cabecera tenía un equipo del Bilbao y cuya alineación era: Carmelo, Orúe, Garay, Canito, Mauri, Maguregui, Arteche, Marcaida, Arieta, Uribe y Gainza. Justo al lado tenía al Benfica, cuya alineación era la formada por: Costa Pereira, Cavem, Germano, Raúl, Cruz, Perides, José Augusto, Coluna, Torres, Eusebio y Simoes. 
Otro póster que tenía en la pared era el del Zaragoza de la época de los cinco magníficos: Yarza, Cortizo, Santamaría, Reija, Isasi, Pepín, Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra. Cortizo tuvo un problema cuando lesionó en una entrada a Enrique Collar, extremo del Atlético de Madrid. Ese suceso lo relata a la perfección Alfredo Relaño en un artículo escrito en el País con fecha 2 de junio de 2013.

Podría recitar de memoria todas las alineaciones y colocación en la pared de todos aquéllos equipos sin equivocarme en ningún nombre, tal era mi fascinación por este deporte. 

En el colegio era "un burro", pero llegué a enfrentarme con unos de los Rectores, cuando llamaron a mi madre porque según él no estudiaba, siendo el motivo de la discusión cuando se atrevió a decirle a mi madre, que su hijo no estudiaba, pero que me había cogido un cuaderno en el que veía infinidad de alineaciones en las que sólo había visto un par de errores por mi parte. Me atreví a decirle que era un ignorante y que para nada estaba equivocado, que ese error era a propósito, ya que dejando llevarme por mi imaginación, colocaba a Di Stéfano, Puskas, Gento y algún que otro fenómeno de la época en mi propia alineación de mis SUEÑOS del Barca, que era y sigue siendo mi equipo: de este modo unía a los Kubala, Kocsis, Cizbor, etc. con los anteriormente mencionados. También, algunos de mis compañeros de clase llegaron a cruzar apuestas con alumnos de otras clases; el sistema era muy simple; esos "otros" alumnos traían un álbum de estampas - esa era la denominación que en Canarias les dábamos a los cromos - y empezaban a preguntarme una a una las alineaciones de los equipos que conformaban la Primera División española. Se quedaban de una pieza cuando se las recitaba todas de memoria. 

En fin amigo, ya te seguiré contando las vicisitudes que pasaba en el colegio y el complejo de torpón que llegué a tener durante esa etapa de mi vida, aunque en mi fuero interno, por la seguridad que tenía respecto al fútbol, me consideraba imbatible con respecto a los demás. 

Gracias por acordarte de tu amigo Teo, y tomarte la molestia de enviarme esos fabulosos artículos que escribe la mejor pluma de España relacionado con nuestro querido deporte. Sin duda, se trata del mejor, conjuntamente con el ya fallecido Manuel Sarmiento Birba, también periodista de As. En la actualidad sigue la trayectoria de ambos Santi Giménez también del Diario As. Un fuera de serie y a las pruebas me remito: procura buscar una entrevista que realizó el citado periodista al hijo de Zoltan Czibor, en un artículo de fecha 16 de octubre de 2011 domingo. Es una auténtica delicia.



Por: Alfredo Relaño

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