miércoles, 26 de marzo de 2014

GUANTÁNAMO: ¿BOCHORNO O HUMANISMO?



GUANTÁNAMO: ¿BOCHORNO O HUMANISMO?
Dari Mendiondo Bidart - FSL Frente Amplio

Hemos sido, somos, de los hombres jugados a ideas, a opiniones y actitudes. Por ello no escondemos el bulto y, ante la sorpresiva noticia de brindar hospitalidad a los liberados de Guantánamo, nos lanzamos al ruedo y fijamos opinión, por tener y defender principios.

No soy de los que se ampararon en el asilo, jamás he reprochado a mis compañeros y compatriotas que lo hicieron; es más, son y siguen siendo compañeros, como siempre; tampoco mis hijos, no tengo pues afectos, estados de ánimo que me convoquen a opinar, porque a mí me hubieran protegido en el exterior, o a mi familia. No soy del caso, entré en un cuartel el 20 de diciembre de 1975 y me liberaron un 14 de febrero de 1985.

De ahí la independencia absoluta, la discrecionalidad solo basada en la conciencia de decir lo que digo y escribir lo que escribo. El concepto de Marx ante las preguntas de su hija Jenny. Su aforismo predilecto invoca a Terencio: “nada de lo humano me es ajeno”.

En mi vida como luchador revolucionario, siempre opté por el camino de las masas, expresándose en la lucha social y política, y en las urnas, recordando a Federico Engels: que detrás de cada voto obrero (década del 1880, en la Alemania de Bismark) habría un adoquín de las barricadas del ‘48: se refería a los estallidos revolucionarios en el París de 1848.

No tengo nostalgias, excepto la de las grandes huelgas en este país, que facilitaron la unidad de la clase obrera y el nacimiento del Frente Amplio. Sí tengo principios para defender la propuesta de aceptar que internados de Guantánamo, liberados de ese infierno, encuentren en el Uruguay un lugar de refugio para reencontrarse consigo mismos, en un plano de libertad y seguridad que la nación puede dar, porque así ha sido su historia, de albergar refugiados y emigrados.

Inspirado en el accionar del hombre más respetado de la política nacional, como lo fue don José Batlle y Ordóñez, capaz de elevar el trueno de su voz y el peso de su corpulencia para amparar en el exilio uruguayo a los anarquistas perseguidos y expulsados de Buenos Aires.

Y estamos hablando de los comienzos del siglo XX.

Ha hecho muy bien el presidente Mujica en aceptar la propuesta del presidente Obama. Seremos uno de los países que contribuirán a vaciar esa mancha del continente que son los secuestrados de Guantánamo, cuya culpabilidad no me corresponde analizar, mucho menos juzgar, para ello están los dilectos señores de las cortes internacionales de Justicia.

Blancos y colorados tratan vergonzosamente de pegarle al Frente Amplio por una decisión que encarna humanidad, a la vez diálogo con estados interesados en resolver el problema de Guantánamo. ¿Qué pretenden? ¿Que digamos no? ¿Para después acusarnos de duros e intransigentes en nuestra relación con Estados Unidos? No perdemos nada de nuestros aperos: los yanquis seguirán siendo yanquis, y nosotros seguiremos siendo uruguayos, frenteamplistas y antiimperialistas, conscientes de que lo del imperialismo exige, en esta época de unipolaridad, más precisiones teóricas

No hay comentarios:

Publicar un comentario