miércoles, 23 de abril de 2014

¿DE QUÉ ESPAÑA HABLA EL GOBIERNO?



¿DE QUÉ ESPAÑA HABLA EL GOBIERNO?
*FRANCISCO J. CASTRO

El secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, hizo público, recientemente, los resultados del informe anual de FOESSA 2013 (Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada), dependiente de Cáritas, en el que se constata el poco halagüeño futuro que le espera a la sociedad española, si este Gobierno no lo remedia. Desde luego, las buenas previsiones gubernamentales parecen hablar de otra España.
Sebastián Mora afirmó que “el proceso de empobrecimiento” de la sociedad española “se ha profundizado en extensión e intensidad. El incremento severo de la desigualdad social muestra una sociedad fracturada”.
Mora añadió que “la fractura social se ha instalado entre nosotros y con el tiempo cada vez será más difícil que las personas empobrecidas puedan salir de la exclusión. El incremento de la desigualdad ha venido acompañado de una disminución de los recursos de protección social pública en su vertiente redistributiva y social”.
Por esbozar algunos de los problemas detectados en el informe: se ha perdido una década; moderación salarial y destrucción de empleo; aumento de impuestos; caída de las rentas más bajas frente al crecimiento de los hogares más ricos; desigualdades más altas de la Unión Europea; abocados a una mayor fragmentación social; los peores resultados de desempleo de la etapa democrática; crece continuamente la pobreza; pérdida de coberturas sociales; las políticas de austeridad han generado mayor vulnerabilidad; recortes en los servicios públicos.
Veamos unos pocos datos del informe de FOESSA:
-Desde 2007, la renta media ha caído un 4%, mientras que los precios se han incrementado en un 10%. Esto ha dado origen a un deterioro de las rentas de los españoles sin parangón en las últimas décadas.
-Cabe destacar el efecto negativo sobre la renta disponible, que han tenido, tanto algunos de los cambios en las prestaciones sociales (reducción de las cuantías de la prestación contributiva de desempleo), como las mayores exigencias para percibir el subsidio y el aumento de algunos impuestos (incremento de los tipos marginales del IRPF y de los tipos del IVA).
-Si bien en la época de crecimiento los principales indicadores se habían mostrado poco sensibles, con la crisis, factores como la caída del empleo, el aumento de las diferencias salariales y la insuficiente intervención pública redistributiva han impulsado los indicadores de desigualdad a los niveles más altos de la Unión Europea.
-De cara al futuro existe un riesgo notable de que el ensanchamiento de las diferencias de renta entre los hogares españoles se enquiste en la estructura social.
-Los procesos de “dualización” social conllevan ruptura. En este sentido, el no dotarnos de los mecanismos redistributivos necesarios supone empujarnos a la fragmentación social.
-Durante el año 2012, el mercado de trabajo registró los que probablemente pueden caracterizarse como peores resultados de la etapa democrática.
-Con una tasa de paro superior al 26%, hemos experimentado una caída durante la crisis de más de tres millones y medio en el volumen de ocupación.


-Esta tasa es dos veces y media más alta que el promedio de la UE-27 y supera en diez puntos las de Portugal e Irlanda, que son los siguientes países dentro del conjunto de la Unión Europea donde mayor es la incidencia del desempleo.
-En un contexto como el actual, asistimos a la transformación del empleo no sólo en términos cuantitativos, sino en cuanto a su naturaleza y al lugar que ocupa en el imaginario colectivo de nuestra sociedad: si bien hace 5 años estábamos a la cabeza de Europa en la generación de empleo, trabajar hoy no es ya un derecho, sino que parece haberse convertido en un privilegio.
-La caída de las rentas de los hogares ha hecho que el umbral de pobreza descienda desde los casi 8.000 euros para una persona sola en 2009 a algo más de 7.300 en 2012. Esta merma indica un empobrecimiento medio de la sociedad.
-Los datos provisionales del INE nos hablan de un 26,8% de personas en situación de pobreza y exclusión social, según los indicadores AROPE propuestos por la UE.
-Los recortes en algunos bienes básicos, la reducción de las cuantías de algunas prestaciones y la exclusión del acceso de grupos de ciudadanos a servicios elementales han introducido niveles de fragmentación social cuya reducción costó varias décadas y grandes acuerdos sociales.
-La progresiva diferenciación ciudadana en el acceso a derechos básicos marcará nuestra estructura social en los próximos años. Es decir, de cara al futuro nos la jugamos en la apuesta real que hagamos por los derechos sociales.
-Podemos afirmar que los mecanismos de aseguramiento de la sociedad se han debilitado y las políticas de austeridad han generado una mayor vulnerabilidad de la sociedad española.
-Los recortes en los servicios públicos de bienestar pueden suponer una ruptura definitiva para los más pobres. Es decir, si la austeridad vulnera los derechos sociales, estamos abandonando a los más pobres.
-Nuestra apuesta por los derechos sociales dará cuenta de los valores que realmente tenemos como sociedad, pues solamente seremos democracia si garantizamos los derechos sociales de los más vulnerables.
*Periodista.



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