martes, 21 de abril de 2015

EN DEFENSA DE LÓPEZ AGUILAR

EN DEFENSA DE LÓPEZ AGUILAR

MAGNÍFICO MARGARITO

Te defiendo porque no soy como tú. Te defiendo porque eres víctima de ti mismo, de tu miserable ideología y de las leyes que promulgaste, llenas de odio y de resentimiento. Te defiendo porque eres inocente hasta que se demuestre lo contrario, tú y todos los hombres del mundo, diputados socialistas y terroristas feminazis incluidas. Luego, veremos si los supuestos malos tratos son o no verdad y entonces, además del miserable que te considero por el dolor que has causado, serás -o no- un delincuente y acabarás -o no- en la cárcel. Tú, al menos, no vas a dormir en el calabozo cautelarmente, sin prueba ni indicio de delito de ningún tipo, como el resto de españolitos víctimas de tus deposiciones morales. Y me alegro por ello. No sabes cómo se han acordado de ti las familias de los miles de españoles a los que has hecho pasar el fin de semana en el calabozo sin prueba de ningún tipo, víctimas de las denuncias falsas que tú veías como asumibles. El Señor Aforado va a ser juzgado por el Supremo y no por un juzgado de violencia de género chusquero, como el resto de humanos, en el que inmediatamente se te privaría de ver a tus hijos y no te digo ya de luchar por sus derechos a tener un padre.

Te defiendo aunque creo que sólo un miserable puede hacer esa ley. No sé por lo que estás pasando ni quiero saberlo pero me temo que -si eres inocente- tiene que ser algo muy duro. Recapacita, ex-ministro. Recapacita sobre lo que has hecho ahora que eres víctima de tu justicia poética. Recapacita en nombre de todos los hombres denunciados falsamente, de aquellos a lo que la Guardia Civil ha sacado de su casa caminito del calabozo sin una sola prueba en su contra, de los que aún declarados inocentes se les ha privado de la custodia de sus hijos por estar en un proceso de malos tratos liderado por letradas hijas de puta y por ex mujeres terroristas y maltratadoras; recapacita en nombre de todos los hombres que se han suicidado porque tus leyes les han privado de todo: de hijos, de casa, de libertad, de dignidad, de honor. Que te quiten a tus hijos es algo devastador, espero que nunca lo sepas. Te defiendo en nombre de todos ellos, en nombre de los hombres maltratados que no han podido denunciar las agresiones porque sabían que las mujeres iban a alegar defensa propia y, por lo tanto, iban a acabar en calabozo sin juicio; te defiendo en nombre de tu podredumbre moral e intelectual. Has destrozado miles de familias, has destrozado no sólo la vida de cientos de miles de hombres sino de sus respectivas hijas, hermanas y madres. Millones de mujeres, a las que se supone que defendían tus leyes, te odian. Y no sabes cómo me alegro. Porque eres o un sádico que ha disfrutado del dolor ajeno o un lerdo que debería ser apartado de la vida pública.

Aún así te defiendo porque creo en tu presunción de inocencia. Y porque, aunque te creyera culpable, no se te pueden aplicar tus leyes, el derecho penal de autor. Yo te voté una vez. Y por tu culpa y la de los infames Zapatero, de la Vega, Pajín, Aído y demás cumbres intelectuales, el PSOE está como está. Una cosa es ser socialdemócrata y otra ser un lobby feminista en contra del hombre, de la paternidad y de los derechos fundamentales como por ejemplo la igualdad ante la ley por motivos de sexo. Espero que, si eres inocente, desparezcas, te hagas Cartujo y pidas perdón por todo el dolor causado. Primero, una por una a todas tus víctimas y a sus respectivas familias. Y luego -y sobre todo- a Dios. Ni en mil vidas podrías llegar a asumir lo que has hecho. Y si eres culpable, con más razón, pero además desde la cárcel. Y luego, evidentemente desde el infierno. Con tus colegas de gobierno.

Pero te defiendo. Porque no todo es relativo, porque hay absolutos, porque la verdad es la verdad y ahora está de tu parte y porque has fracasado. Por los millones de hijos de padres acusados de maltrato falsamente en procesos de divorcio en España y por los que vendrán. Por los que me leen con una familia fantástica a los que nunca les van a pasar estas cosas, hasta que les pase. Por ellos, te defiendo. Porque no tienes razón y porque tu derrota es un símbolo: tu derrota es el éxito de todos. Sobre todo es la victoria de nuestros hijos. Desaparece ya. Será un coste asumible.

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