martes, 4 de agosto de 2015

LA VERGÜENZA DE PERTENECER A LA RAZA HUMANA

LA VERGÜENZA DE PERTENECER A LA RAZA HUMANA

POR RAFAEL CALERO PALMA
A lo largo de la historia ya ha quedado ampliamente demostrado que la raza humana es capaz de llevar a cabo los hechos más viles y deleznables. Ejemplos hay por millones, y desde que el mundo gira.

El escritor estadounidense Charles Bukowski escribió en cierta ocasión una frase con la que me siento absolutamente identificado: “Me da vergüenza ser miembro de la especie humana…”Se podrá decir más alto, pero en ningún caso más claro. A mí, como le ocurría a mi admirado Bukowski, la mayoría de las veces, me avergüenza formar parte de una especie animal tan dañina y malvada como es el ser humano. Que nadie se engañe: los seres humanos somos lo peor de la naturaleza. No hay más que echar un ojo por ahí. Ninguna otra especie animal hace las cosas que puede llegar a hacer un hombre o una mujer (más el hombre, pero también la mujer). Y es que decir ser humano es sinónimo, en la mayoría de las ocasiones, de sustantivos como destrucción, guerra, crimen, asesinato, violación y otras lindezas por el estilo.

Si lo que estoy diciendo te parece una exageración no hay más que pararse a pensar unos minutos en dos acontecimientos que han tenido lugar en los últimos días y después saca tus propias conclusiones. En primer lugar, la muerte de un bebé de dieciocho meses en la localidad de Duma, en la Cisjordania ocupada, a manos de dos miembros de la extrema derecha sionista, dos colonos (sic) radicales que lanzaron un coctel molotov a la casa donde vivía el pequeño Ali, que así se llamaba el niño. Las llamas acabaron con la vida de Ali, y dejaron gravemente heridos a su hermano de cuatro años, a su madre y a su padre. Además de asesinar al pequeño Ali y de malherir a los demás miembros de la familia, los asesinos se entretuvieron en dejar pintadas en la fachada de la vivienda frases como “Larga vida al Mesías”o “Venganza”. Me pregunto qué opinión tendría su Mesías con respecto a que se asesine impunemente a niños indefensos e inocentes.

El segundo acontecimiento al que me refería un poco más arriba es el asesinato, hace un par de días, en la pequeña localidad de Moraña, en Pontevedra, de dos hermanas de 4 y 9 años, a manos de su propio padre. ¿Qué se puede escribir sobre un hombre que es capaz de degollar a sus dos hijas simplemente como venganza hacia su ex mujer? ¿Qué tipo de reflexión se puede obtener de un hecho de esta magnitud? Lo único que se me ocurre es que esto sólo es capaz de hacerlo un ser humano. ¿Qué otro animal mataría a sus propias hijas por joder a su ex pareja? No sé si habrá otra especie animal que sea capaz de actos de este tipo, pero permitidme que lo dude. Este tipo de cosas sólo las hace el ser humano, y especialmente, el hombre.

A lo largo de la historia ya ha quedado ampliamente demostrado que la raza humana es capaz de llevar a cabo los hechos más viles y deleznables. Ejemplos hay por millones, y desde que el mundo gira. Y qué os voy a decir, pues que a mí me da no sólo vergüenza sino también asco pertenecer a la misma especie animal que George Bush, Benjamín Netanyahu, el tío de Pontevedra que ha degollado a sus hijas o los fascista israelíes que han matado al bebé. Así que a veces, uno quisiera ser cualquier cosa, pertenecer a cualquier otra especie animal, pero bajo ningún concepto, ser miembro de la especie humana.

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