miércoles, 10 de febrero de 2016

UNA ACERA GRIS...

UNA ACERA GRIS...

DUNIA SÁNCHEZ
Una acera gris. Un sol que sutil comienza a desperezarse. Ventanas que miran el despertar de una bóveda aun callada. En vertical se asoma. Recoge la brisa inagotable de las primeras horas. Su aliento se mezcla bajo el rito de sus párpados cerrados. Qué será…qué será de esta jornada que enciende las flores, se pregunta. Yo aquí, pausada, lenta, rememorando cada instante de mí recorrido por los pedregales sedosos del amor. El amor que se va, que viene, que arrastra por los innumerables quebrantos y placeres. Tengo que hacer caminar este cuerpo mío, retozar bajo las cascadas que la vida te ofrece. Este paisaje que contemplo se vuelve hoy sonoro, con el mestizaje de colores que auxilian el elevarse por los horizontes donde el eco de gaviotas menciona la bienvenida. Sí, bienvenida sea el corretear de una mañana que enjugará sus dedos de solares en el andar y andar por una acera gris. Ay, el amor. Por el soy pétalo retorcido que se atraganta en mis entrañas. Iré a por él. Irá a por el por esas aceras grises que le dan la mano. Tal vez, esté ahí. Esperando, esperando….el surcar de sus vientres bajo las aguas de la plenitud.

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