miércoles, 10 de febrero de 2016

“UNA ARGENTINA VIOLENTA”

“UNA ARGENTINA 
VIOLENTA”

POR EDUARDO SANGUINETTI, 
FILÓSOFO
Una sensación de violencia muy concreta se siente en Argentina. Se palpa y es latente, desde hace un par de meses, fecha en que asumió Mauricio Macri la presidencia de la República Argentina…se siente esa violencia, ¿se dan cuenta estimados lectores?… se siente la agresión, la justicia ausente, la desazón, la contaminación real y metafórica, la falta de libertad de expresión, la represión a los que piensan diferente y sumo también a los que piensan… pareciera que la consigna es: “no pensar”. Solo aceptar sumisos, los mandatos de quienes dictan en Argentina, aún en desmedro de millones de seres, que soportan estoicamente este tránsito de desmesura y esclavitud siglo XXI.

Acusar, calificar, agredir, difamar, culpabilizar, dictaminar, decretar y expulsar, marcan la tendencia de comportamiento de los “neo-salvadores de una Patria para pocos”… Un tanto confundido, escéptico, pero consciente en intuición: han existido pactos a espaldas del pueblo. De otro modo no se concibe tanta impunidad de la plutocracia que manipula el destino de Argentina.

No sé, te juro Argentina, que no sé… y por eso escribo estas líneas nutridas de desconcierto, sabiendo que todo es falible, confuso y cuestionable… como también, indemostrable, pero ¿es necesario demostrar los atropellos que se están llevando a cabo en desmedro de los derechos humanos?… la desmesura y caprichos, devenidos en los barrocos devaneos discursivos, de funcionarios de todas las áreas que conforman el gobierno de Macri… el ex-candidato de la unidad y del compromiso con una comunidad.

El “malestar de la legítima inteligencia”, debería ser muy concreto y en acto de resistir, manifestándose con argumentos sólidos y precisos, el estado de las cosas en que se debate el pueblo argentino, condenado a un futuro calculado de sumisión, bajo la pesada bota del neoliberalismo en acto de eliminar valores esenciales de existencia en igualdad y fraternidad, en libertad y verdad.

Hoy se impone hablar francamente, sin dobleces. Sentir, pensar y decir, es la consigna. Mantener la lucidez, no desesperar y soportar con dignidad este tiempo de transición, sin dejarse llevar por la embestida del aparato represor del capitalismo que, repito, triunfó hoy sin dudas en esta aldea global, con su política de exterminio de todo lo maravilloso que tenía la vida en términos de naturalidad y principios éticos de relación… Ej.: ¿se puede concebir que el actor Leonardo Di Caprio (ganador sin dudarlo del próximo Oscar al mejor actor, pues hizo muy bien los deberes para la industria del cine), sea embajador del cambio climático, “embajador de la paz”, de un país que se destaca por destruir sistemáticamente el medio ambiente, interpósita mediación de la ONU?

Es preciso desobedecer dentro del marco que nos ofrece el orden natural ante el “estado de cosas”, por el que intentamos transitar nuestra existencia, tan al margen de un sistema necrótico y disfuncional, solo para negociadores de vidas humanas, comisionistas, represores, mentirosos y farsantes… pero toda una clase media, mediocre y estúpida, pareciera participar de estas ceremonias fúnebres. Considerar que el estado actual de las cosas es el único viable y posible, que el punto al que ha llegado la Historia es el que aparentemente la comunidad adormecida esperaba, deseaba y anhelaba.

El milenio nos ha enseñado que todo es fugaz, hasta el ‘nunca más’. El crimen contra el hombre siempre es un crimen perpetrado por el hombre. Todo es viable en el espacio de la aventura humana, en el orden de la bestialidad, que como nunca se desencadenó y sin miras de cambiar su rumbo. A menos que todos, en un preciso instante, resistiendo, actuemos en sintonía simultáneamente en todas partes contra el mundo del libre mercado y de sus operadores.

Vivimos en una Argentina en situación de riesgo, con las defensas bajas, un estado de cosas perfecto para que este sistema “totalitario” se haya instalado, trayendo consigo todo tipo de signos de tiempos de dictaduras, asimilado a nostalgias de disciplina o de obsesión de diferencia: la puerta abierta a fundamentalismos, racismos, academicismos y mesianismos camuflados de progreso… y con la frecuencia en que se repiten los actos de vida y muerte según transcurren los siglos, pareciera que los básicos, los nostálgicos de inquisiciones, los creyentes por impotencia y cobardía, tienden a dominar, esclavizar, proyectando sus miserias y deseos de sojuzgar…

Tengan presente que el enemigo es inmortal, se replica en funcionarios de todas las especies y colores… incluso, se instala en el que parece ser disidente al régimen reinante, me remito a funcionarios y farándula. Hoy asimilados al gobierno de Macri o en simulada oposición… Ah!, no existe una democracia capitalista, es una alegoría al delirio, están divorciados desde siempre…

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